Very Very Valet es un loco party game de aparcar coches se acaba de estrenar en Nintendo Switch (con textos en español) dándole a la híbrida una prueba más de lo bien que funciona su peculiar formato cuando acoge propuestas cooperativas o competitivas en multijugador local. Toyful Games, el estudio encargado de este título, sabe además cómo trabajar en videojuegos accesibles para todo tipo de público: Tim FitzRandolph y Chad Cable, sus fundadores, tienen un amplio bagaje en la industria que converge en el diseño de Where’s My Water?, así como de otros juegos para Disney y Universal.
Con estos ingredientes en la receta, era de esperar que Very Very Valet, el primer juego de Toyful Games, acabase siendo una experiencia bien remachada que consigue justo lo que quiere conseguir. Nos ponemos a los mandos de una cuadrilla de aparcacoches cuya misión es la de conducir los vehículos de los clientes a su aparcamiento y traerlos de vuelta cuando estos lo requieran. Es una premisa que se ejecuta de la manera más alocada imaginable, no sólo por sus disparatadas físicas, sino también por un diseño de niveles que sabe propiciar situaciones divertidísimas.
Aparcacoches del mundo, uníos
Tenemos dos formas de jugar a Very Very Valet, una en solitario y otra en cooperativo de entre dos y cuatro jugadores. En ambas modalidades se comparten tanto objetivos como escenarios, lo que facilita que cualquiera pueda entrar o salir de la partida en cualquier momento sin necesidad de andar cambiando de modo de juego. Cada persona podrá escoger entre los cuatro personajes disponibles, eligiendo también un color para cada una de estas marionetas en las que se echa en falta algo más de variedad o personalización.
Nos enfrentamos a más de 20 niveles que se van desbloqueando a medida que avanzamos y conseguimos estrellas: cada fase tiene una puntuación máxima de tres estrellas que iremos recolectando para desbloquear la pantalla final de cada mundo, en la que se requiere que tengamos un mínimo de estrellas para pasar al siguiente. De esta forma se potencia también la rejugabilidad, porque es probable que tengamos que revisitar fases que ya hemos superado con el objetivo de hacerlo mejor y conseguir la puntuación máxima.
Para conseguir puntos simplemente tenemos que recoger coches, aparcarlos y devolverlos cuando nos lo pidan. Sencillo, ¿verdad? Pues no tanto. En cada nivel hay una serie de obstáculos que pueden ir desde simples rampas empinadas o giros cerrados hasta un avión que despegue cada cierto tiempo arrasando con todos los coches que tengamos aparcados en la pista de aterrizaje. Afortunadamente los coches no reciben daño, pero sí tienen una barra de tiempo en cada una de las fases, tanto cuando toca recogerlos como cuando vamos a entregarlo, y es ese factor el que hay que tener en cuenta principalmente para conseguir puntos.
Las partidas de Very Very Valet son un verdadero caos, pero un caos divertido; aquí no vamos a enfadarnos con nuestro compañero de equipo mientras jugamos, como en Overcooked!, probablemente porque se nos escape alguna risotada con el salto absurdo que acaba de dar con un coche a punto de alcanzar su tiempo límite. Las físicas de Very Very Valet dan mucho juego a la experimentación y a las situaciones absurdas, y su diseño de niveles actúa en consonancia ofreciendo escenarios alocados en los que dar rienda suelta a nuestra imaginación.
No obstante, en todo momento tenemos la sensación de que podría haber ido un poco más allá. Los escenarios son originales, pero algo repetitivos cuando llevamos un buen rato jugando. Al cambiar de un nivel a otro tampoco sentimos tanta estimulación como podríamos esperar, y aunque el diseño no sea igual que el anterior, sí es parecida la sensación que tenemos jugando. No hay apenas modificadores de mecánicas, de partida ni de las reglas del juego; un añadido que le daría un giro fresco a un party game sencillo como este.
Jugar en solitario a Very Very Valet es posible, por supuesto, aunque, como ocurre habitualmente en este tipo de juegos, su fórmula es mucho más disfrutable en compañía. Jugando a solas podemos tener más control sobre las tácticas de aparcamiento que vamos a utilizar y los objetivos son más asequibles, lo que lo vuelve todo más fácil y, por ende, aburrido. Eso sí, quizás al jugar en solitario hay más hueco para experimentar con las físicas, los saltos arriesgados y los derrapes locos, por lo que no es un modo a descartar automáticamente.
Mecánicas sencillas para un juego muy accesible
Nada más arrancar el juego se nos enseñan las sencillas mecánicas que utilizaremos en adelante; como decíamos, Very Very Valet es un juego extremadamente accesible que cualquier persona podría entender en cuestión de segundos, incluso aunque no esté habituada a jugar a videojuegosVenir de Tragamonedas Gratis Online. Hay pocas acciones que hacer, las justas y necesarias, y el control del vehículo está perfectamente diseñado para que sólo con mover la palanca en la dirección deseada el vehículo comience a moverse.
Aunque el manejo del coche sea sencillo, aquellas personas con más pericia a los mandos podrán sacarle jugo a las mecánicas de derrape y salto disponibles. No son estrictamente necesarias para conseguir los objetivos en el tiempo estipulado, pero controlar la parábola de un derrape o salir del coche en pleno salto para que siga la trayectoria y llegue a la meta puede marcar la diferencia entre las dos y las tres estrellas de cada nivel.
Aun así, ponemos el foco de nuevo en lo bien adaptados que está los controles a cualquier persona, una característica de la que saca especial ventaja Nintendo Switch, o al menos el modelo estándar: jugar con un JoyCon extraído, en posición horizontal, es una delicia y apenas se nota que estás utilizando “medio mando”. Es uno de esos títulos en los que se aprecia una voluntad específica por parte del estudio para que la experiencia de juego sea cómoda y fluida con esta opción, no como en otros que se siente un simple remapeado de los controles al que incluso le faltan opciones sí presentes en otras configuraciones de mando. Muy buen trabajo en este sentido, sin duda, algo que le da un punto para ser uno de los indispensables en la lista de party games que poner cuando vienen amistades a casa.
Gráficos poco vistosos, pero solventes
En el apartado gráfico, Very Very Valet mantiene una estética casual que acompaña a la perfección su filosofía de juego. El diseño de los personajes está basado en las marionetas de la tele, aunque su escaso nivel de detalle no termina de darle ese toque adorable que quizás deberían tener: la textura del pelaje se asemeja poco a la de un peluche, dando sensación de pastosidad. Los clientes son humanos, no marionetas, y aun así su diseño no mejora, aunque aquí es más fácil de perdonar puesto que nuestra interacción real con ellos es mínima.
Lo que verdaderamente importante aquí son los coches y los escenarios, campos en los que el juego responde bien a nivel visual: los vehículos tienen un toque cartoon que no trata de imitar a ninguna marca en concreto, sino que se divide en gamas (deportivos, robustos, furgonets ) dándole a cada una de ellas un tipo diferente de velocidad para aportar un extra de arbitrariedad al ritmo de juego y tensión a la partida. Por otra parte, los escenarios cuentan con un acabado simpático y muy legible, algo a lo que ayuda su configuración en dioramas.
Conclusiones
Very Very Valet es uno de esos party game que no debe de faltar en cualquier Nintendo Switch por cumplir escrupulosamente con las cualidades que un título del género ha de tener: es un juego extremadamente accesible, para que cualquier persona pueda entrar en su propuesta nada más coger el mando, y con un sistema de físicas divertidísimo que propicia situaciones alocadas sin llegar a crear frustración en el grupo. Eso sí, incluso siendo un buen couch co-op, la sencillez de la propuesta desvela una mecha de corto recorrido.
Aunque los niveles le sacan jugo a su simpático conjunto de mecánicas, no tardamos mucho en echar en falta algo más de variedad que mantenga el entusiasmo al pasar de una fase a otra. A nivel gráfico es un juego más que solvente, aunque con ciertas asperezas como el diseño de los clientes humanos o el pastoso pelaje de las marionetas protagonistas, y en este último aspecto también cabría esperar más variedad, puesto que sólo hay cuatro aparcacoches a escoger. Aun con todo, insistimos en que es un muy recomendable cooperativo local.
Hemos realizado este análisis con un código proporcionado por Nighthawk Interactive.